Protecciones Legales de Vivienda para Víctimas de Abuso Doméstico
Acerca
Acerca de la protección de las víctimas de malos tratos en la vivienda
Esta información sirve como recurso para comprender los derechos y protecciones de quienes se enfrentan a la violencia doméstica, especialmente en relación con las protecciones legales para las víctimas de abusos domésticos en materia de vivienda en Luisiana.
La legislación de Luisiana otorga derechos y protecciones especiales a las víctimas de violencia doméstica. Estas leyes permiten a las víctimas solicitar la rescisión anticipada del contrato de arrendamiento y obtener protección contra el desalojo basada únicamente en incidentes de maltrato doméstico.
Lo que usted necesita saber
En Luisiana, existen leyes y estatutos específicos destinados a proteger a las víctimas de malos tratos domésticos contra el desalojo de la vivienda y a presentarles determinados derechos para garantizar su seguridad y estabilidad en la vivienda. Las principales disposiciones de la legislación de Luisiana son las siguientes
- Rescisión anticipada del contrato de arrendamiento para las víctimas de malos tratos en el hogar: La ley de Luisiana permite a las víctimas de malos tratos domésticos rescindir anticipadamente sus contratos de alquiler sin penalización, en determinadas condiciones. Esto está diseñado para permitir a las víctimas salir de situaciones de vida inseguras sin ser penalizadas económicamente por romper un contrato de arrendamiento antes de tiempo. Es posible que las víctimas tengan que presentar documentación sobre los malos tratos, como una orden de protección, para acceder al derecho de rescisión anticipada. Las víctimas pueden utilizar la Solicitud de cancelación del contrato de arrendamiento para pedir a su arrendador que ponga fin a su contrato antes de tiempo.
- Protección contra el desalojo basada en la condición de víctima: Las leyes de Luisiana protegen a las víctimas de abuso doméstico de ser desalojadas únicamente por su condición de víctima. Esto significa que los arrendadores no pueden desalojar a un inquilino sólo por ser víctima de violencia doméstica, lo que garantiza que las víctimas no sean victimizadas aún más al quedarse sin vivienda.
Las personas protegidas por estas leyes suelen ser:
- Víctimas de abusos domésticos: Este es el principal grupo que las leyes de vivienda de Luisiana pretenden proteger. El maltrato doméstico abarca la violencia física, la agresión sexual, el acoso, el maltrato psicológico o cualquier amenaza en este sentido, normalmente por parte de un familiar, pareja o miembro del hogar.
- Familiares de la víctima: En algunos casos, la ley de Luisiana extiende las protecciones a los miembros de la familia de la víctima que también pueden estar viviendo en el hogar y se ven afectados por el abuso. Esto puede incluir hijos, hermanos u otras personas dependientes que residan en el hogar y estén en situación de riesgo.
- Miembros del hogar: La definición de protección también puede extenderse a las personas que comparten un espacio vital con la víctima, no necesariamente emparentadas por sangre o matrimonio.
El maltrato doméstico se define como el uso intencionado de la fuerza o la violencia por parte de un miembro del hogar o de la familia contra otro que se produce dentro de la vivienda alquilada. Abarca cualquier «delito de violencia» según la ley de Luisiana. Ejemplos de delitos de violencia incluyen asesinato, asalto, agresión, violación, secuestro, incendio premeditado, allanamiento de morada, robo, robo de coche, acecho, tráfico de seres humanos, allanamiento de morada y violación de una orden de protección.
Entre los miembros de la familia se incluyen los cónyuges actuales o anteriores, los padres, los hijos, otros ascendientes (como los abuelos) y otros descendientes (como los nietos). Los miembros del hogar incluyen a cualquier persona que viva o haya vivido en el mismo hogar que la víctima y que haya mantenido una relación sexual o íntima con ella, cualquier hijo que viva o haya vivido en el mismo hogar que el agresor y cualquier hijo del agresor.
Los inquilinos deben enviar la documentación adecuada para demostrar los casos de maltrato doméstico, que incluye una carta formal y pruebas de que dicho maltrato se ha producido en los últimos 30 días. Las formas aceptables de prueba incluyen una orden de protección contra el abuso doméstico o un acta autenticada por un tercero reconocido.
Las víctimas pueden utilizar el formulario de solicitud de rescisión del contrato de arrendamiento para solicitar al arrendador la rescisión anticipada de su contrato de arrendamiento.
En Luisiana, para rescindir anticipadamente un contrato de arrendamiento por maltrato doméstico, un «tercero cualificado» puede incluir específicamente a las personas que trabajan en el marco de los servicios comunitarios de apoyo y acogida. Esta definición es más precisa e incluye
- Director Ejecutivo o Director de Programa: Se trata de personas de alto nivel de un centro de acogida comunitario que mantiene una relación contractual con el Departamento de Servicios para la Infancia y la Familia. Sus funciones suelen consistir en supervisar las operaciones y los programas diseñados para apoyar y acoger a las víctimas de maltrato doméstico.
- Otros empleados del centro de acogida: Además de los directores, otros empleados de estos refugios también pueden acceder como terceros cualificados, siempre que trabajen directamente en funciones de apoyo a las víctimas de maltrato doméstico y tengan un conocimiento profundo de los problemas a los que se enfrentan estas personas.
- Credenciales profesionales: Es importante que estas personas tengan un permiso de trabajador social clínico (LCSW) o un máster en trabajo social (MSW). Estas credenciales garantizan que la persona tiene la formación profesional y la experiencia necesarias para evaluar y verificar con precisión los casos de maltrato doméstico.
Este criterio específico sobre quién puede actuar como tercero cualificado garantiza que el proceso de verificación de la rescisión anticipada del contrato de arrendamiento por maltrato doméstico lo llevan a cabo profesionales que no sólo tienen conocimientos sobre la violencia doméstica, sino también la experiencia necesaria para presentar el apoyo y la validación adecuados a las víctimas. Este proceso ayuda a mantener un estándar de atención y garantiza que los derechos y la seguridad de las víctimas de maltrato doméstico sean prioritarios en materia de vivienda.
Al enviar una solicitud de rescisión anticipada del contrato de arrendamiento por maltrato doméstico, el contrato concluirá en un plazo de 30 días a partir de la fecha de la solicitud, o en otra fecha acordada mutuamente por el inquilino y el arrendador. Los inquilinos están obligados a pagar el arrendamiento hasta la fecha de terminación, además de liquidar cualquier alquiler ya vencido. Esto garantiza que, al tiempo que los inquilinos pueden ejercer su derecho a garantizar la seguridad y la estabilidad de la vivienda, también cumplen con sus obligaciones financieras en virtud del contrato de arrendamiento hasta el momento de su rescisión anticipada.